martes, 18 de junio de 2013

FOBIA SOCIAL

FOBIA SOCIAL 

Lfobia social o trastorno de ansiedad social es un trastorno psicológico del espectro de los trastornos de ansiedad caracterizado por un miedo intenso en situaciones sociales que causa una considerable angustia y deterioro en la capacidad de funcionamiento en distintas áreas de la vida diaria. El diagnóstico del trastorno de ansiedad social puede ser específico (fobia social específica), en las que sólo se teme algunas situaciones particulares, o generalizada (fobia social generalizada)

DEFINICIÓN Y CARACTERÍSTICA


Como cualquier fobia, se centra en un miedo intenso, persistente y crónico (grave para considerarse fobia) a ser juzgado, avergonzado, humillado o hacer el ridículo, que se pone de manifiesto en varios tipos de situaciones, entre las que destacan:
  • Hablar en público, como intervenir en clase o realizar una exposición (glosofobia).
  • Reuniones sociales en las que tendrá que relacionarse (fiestas, eventos, etc...).
  • Encuentros inesperados con conocidos, familiares, amigos, etc.
Estos temores pueden ser desencadenados por medio del escrutinio de las acciones de los demás. El sentimiento de miedo es tan intenso, que en este tipo de situaciones la persona se pone nerviosa tan sólo con pensar en ello (ansiedad anticipatoria), e intenta esforzarse para controlar o suprimir la ansiedad. Estas situaciones y otra serie de sucesos hacen que el que la padezca se sientainseguro, acechado, incómodo, con sensaciones intensas y desagradables acerca de lo que pueden estar hablando, pensando o juzgando de él (cierta paranoia), y síntomas evidentes de ansiedad. Si bien el miedo a la interacción social puede ser reconocido por la persona como excesivo o irracional, su superación puede ser bastante difícil. Los síntomas físicos que acompañan a menudo el trastorno de ansiedad social incluyen rubor, sudoración profusa (hiperhidrosis), temblores, palpitaciones, náuseas, tartamudez, a menudo acompañada de un discurso acelerado. Pueden ocurrir ataques de pánico en virtud del intenso miedo y malestar. Un diagnóstico precoz puede ayudar a minimizar los síntomas y el desarrollo de problemas adicionales, como la depresión.
Las situaciones temidas pueden ser numerosas, y en este caso se trata del subtipo generalizado (fobia social generalizada) (ej. concurrir a fiestas o reuniones, conocer gente nueva, participar de pequeños grupos de trabajo, realizar conquistas amorosas, etc.) o únicas y específicas (fobia social específica), de subtipo discreto (ej. dar un discurso, actuar frente al público, ir al baño cuando hay personas en el ambiente contiguo, etc.).
Para la detección de trastorno de ansiedad social se utilizan escalas estandarizadas de calificación como el "Inventario de Fobia Social" que cuantifican la gravedad de la fobia social. Una persona con este trastorno se puede tratar con psicoterapia, medicamentos o ambos.

SITUACIONES QUE PROVOCAN ANSIEDAD CON MAYOR FRECUENCIA

En términos de prevalencia, en una muestra de 88 adultos con Fobia social las situaciones sociales ansiogénicas más prevalentes son:
  • Hablar en público (99%).
  • Charla informal/reuniones (88%).
  • Mantener una conversación (64 %).
  • Iniciar una conversación (60%).
  • Acudir a fiestas (76 %).
  • Comer/beber en público (39%).
  • Escribir en público (31%).
  • Utilizar un lavabo público (8%).

INCIO Y DESARROLLO 

Se suele desarrollar en la juventud, después de la adolescencia. Su aparición es mucho más común de lo que se piensa popularmente, y no hay que considerar esta fobia como extraña. Aceptarlo abiertamente en público es el mejor modo de comenzar a superarlo, para poder intentar sentirse mejor comprendido y de ese modo, aminorar la angustia.
Los síntomas pueden presentarse al inicio de la adolescencia y pueden continuar durante toda la vida, lo que tiene graves consecuencias negativas en la vida social, laboral y afectiva. A menudo las personas cercanas suelen confundir erróneamente la fobia social con la timidez, pero una persona que padezca fobia social no tiene por qué ser necesariamente tímida.

SIGNOS Y SÍNTOMAS
Quienes padecen de fobia social experimentan un temor exagerado a ser objeto de juicios negativos por parte de otros. Es por ello que evitan de modo constante un gran número de actividades de orden social ya que cuando se exponen a las mismas sufren una gran tensión y síntomas ansiosos tales como:

SÍNTOMAS FISICOS

SÍNTOMAS COGNITIVOS Y EMOCIONALES
  • Miedo a bloquearse mentalmente, tartamudear, toser, etc.
  • Temor a la evaluación negativa, la persona piensa que está siendo juzgado o criticado por los demás.
  • Pensamientos negativos (ej. "voy a hacer el ridículo”, “quedaré bloqueado y no sabré que decir", "seguro que no les interesa mi opinión”, etc.)
  • Sensación de irrealidad (desrealización o despersonalización).
  • Sensación de que todos lo están observando y enjuiciando.
  • Temor y creencia de ser visto como ansioso, débil, raro, loco o estúpido.
  • Temor extremo a conocer gente nueva.
  • Temor y creencia de no saber comportarse de un modo adecuado o competente.
  • Evasión total de un evento social (aislamiento).
  • Ansiedad intensa frente a un grupo de personas.
  • Temor a manifestar síntomas de ansiedad.

CONDUCTAS DE SEGURIDAD 
Desde el punto de vista comportamental, algunas personas anticipan y evitan las situaciones sociales temidas, mientras que otras personas las afrontan pero recurren a "conductas de seguridad", es decir, conductas con las que intentan protegerse de un modo u otro para atenuar o suprimir la ansiedad. Las conductas de seguridad atenúan la ansiedad a corto plazo, pero refuerzan el trastorno a medio y largo plazo.
Algunas de las conductas de seguridad pueden ser:
  • “Amigo sombra” 
  • Evitar mirar a los ojos o desviar la mirada.
  • Apartar la mirada si cree que alguien le va a preguntar algo.
  • Apoyar las manos en algún lugar por si tiemblan.
  • Meterse las manos en los bolsillos.
  • Cruzarse de brazos.
  • Evitar ciertas personas, lugares o ambientes.
  • Evitar hablar con los demás; hablar poco o nada; hablar ininterrupidamente para evitar silencios; hablar muy deprisa o muy despacio; hablar sólo de un tema que se domina.
  • No saludar; ignorar a los demás; no participar.
  • Escapar y refugiarse en el cuarto de baño; mojarse la cara en el baño.
  • Lavarse las manos.
  • Ponerse la mano delante de la cara.
  • Tensar los músculos fuertemente para no temblar.
  • Apretar vasos y cubiertos al cogerlos.
  • No comer determinadas comidas por miedo a hacer el ridículo.
  • Beber mucha agua.
  • Dejar de escribir cuando alguien se acerca.
  • Ocultar la firma de documentos con la mano.
  • Pagar en efectivo para evitar pagar con tarjetas.
  • Preparar excusas para justificar comportamientos.
  • Tomar alcohol, ansiolíticos.
  • Situarse de forma estratégica en reuniones (ej. sentado al final de la clase, en extremos o laterales).
  • Ensayar cuidadosamente lo que se va a decir al mismo tiempo que se está hablando.
  • Revisar y evaluar el discurso propio.
  • Tratar de imaginarse como "está quedando" ante el otro.
  • Despistarse o distraerse pensando en otras cosas.
  • Broncearse o maquillarse para que no se note el rubor.
  • Usar ropas anchas y frescas para que no se note el sudor.
  • Caminar encorvado o agachando la cabeza.
  • Estrujar las manos, jugar con ellas, agarrarselas, juntarlas.
  • Esconder las manos tras la espalda.
  • Manipular un objeto con la mano para descargar la ansiedad (ej. bolígrafo).
  • Tics y hábitos nerviosos variados: mover una pierna, frotarse los ojos y la cara, tirarse del pelo, cruzar las piernas, pellizcarse, morderse las uñas, etc.
  • Caminar auto-observando y controlando cada paso que se da.
  • Dar la razón en todo, evitar discutir.
  • Evitar sonreír; mantenerse serio o distante.
  • Llegar el primero o el último a cierto lugar (ej. una clase).

Etiología


La fobia social como cualquier otra fobia es un mecanismo desarrollado para evitar situaciones potencialmente peligrosas para la supervivencia, pero en la sociedad moderna este mecanismo es un problema mayor que el propio peligro, pues incapacita a la persona el poder hacer una vida como desea. El exponerse a la situación temida puede provocar un ataque de ansiedad, y el miedo a sufrir ese ataque es el principal motivo por el que a la persona le cueste enfrentarse a sus miedos. También la ansiedad suele ser un acompañante habitual de quien padece fobia social.

Abuso de sustancias



El 39,6% de las personas con fobia social presentan abuso de sustancias. Téngase en cuenta la importancia que este dato reviste, dado que gran parte de quienes late perturbadora en los jóvenes porque para ellos es de capital importancia la pertenencia a un grupo o el inicio de relaciones laborales y de pareja. Este abuso o dependencia de sustancias o alcohol, como una forma de automedicarse, disminuye los niveles de ansiedad de los pacientes gracias a la desinhibición que el alcohol produce. En un intento de aliviar sus síntomas, descubren y utilizan, una y otra vez, el efecto desinhibidor del alcohol (“voy a tomar algo fuerte para darme coraje”), ansiolíticos y otros tóxicos. Además, estudios realizados revelaron un promedio de 32% de fobia social en poblaciones de alcohólicos, un porcentaje casi tres veces mayor que en la población general.


 padecen son personas jóvenes, que presentan así un alto grado de vulnerabilidad a desarrollar una adicción. La intensa ansiedad y angustia en situaciones de desenvolvimiento social, resulta especialmen

Diagnóstico


Para efectuar el diagnóstico de la fobia social, los especialistas se basan en los criterios diagnósticos del DSM-IV o del CIE-10.

DSM IV


Los siguientes criterios deben cumplirse:
  • A. Temor acusado y persistente por una o más situaciones sociales o actuaciones en público en las que el sujeto se ve expuesto a personas que no pertenecen al ámbito familiar o a la posible evaluación por parte de los demás. El individuo teme actuar de un modo (o mostrar síntomas de ansiedad) que sea humillante o embarazoso.
Nota: En los niños es necesario haber demostrado que sus capacidades para relacionarse socialmente con sus familiares son normales y han existido siempre, y que la ansiedad social aparece en las reuniones con individuos de su misma edad y no sólo en cualquier interrelación con un adulto.
  • B. La exposición a las situaciones sociales temidas provoca casi invariablemente una respuesta inmediata de ansiedad, que puede tomar la forma de una crisis de angustia situacional o más o menos relacionada con una situación.
Nota: En los niños la ansiedad puede traducirse en lloros, berrinches, inhibición o retraimiento en situaciones sociales donde los asistentes no pertenecen al marco familiar.
  • C. El individuo reconoce que este temor es excesivo o irracional.
Nota: En los niños puede faltar este reconocimiento.
  • D. Las situaciones sociales o actuaciones en público temidas se evitan o bien se experimentan con ansiedad o malestar intensos.
  • E. Los comportamientos de evitación, la anticipación ansiosa, o el malestar que aparece en la(s) situación(es) social(es) o actuación(es) en público temida(s) interfieren acusadamente con la rutina normal del individuo, con sus relaciones laborales (o académicas) o sociales, o bien producen un malestar clínicamente significativo.
  • F. En los individuos menores de 18 años la duración del cuadro sintomático debe prolongarse como mínimo 6 meses.
  • G. El miedo o el comportamiento de evitación no se deben a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., drogas,fármacos) o de una enfermedad médica y no pueden explicarse mejor por la presencia de otro trastorno mental (p. ej., trastorno de angustia con o sin agorafobia, trastorno de ansiedad por separación, trastorno dismórfico corporal, un trastorno generalizado del desarrollo o trastorno esquizoide de la personalidad).
  • H. Si hay una enfermedad médica u otro trastorno mental, el temor descrito en el Criterio A no se relaciona con estos procesos (p. ej., el miedo no es debido a la tartamudez, a los temblores de la enfermedad de Parkinson o a la exhibición de conductas alimentarias anormales en la anorexia nerviosa o en la bulimia nerviosa).

PREVALENCIA


Según la Encuesta de Comorbilidad Nacional de EE. UU. la ansiedad social es uno de los trastornos de ansiedad más comunes, y el tercer trastorno mental con mayor prevalencia en los EE.UU. Se estima que 19,2 millones de estadounidenses sufren de trastorno de ansiedad social y puede ocurrir en cualquier momento pero más a menudo en la adolescencia, la adultez temprana, o incluso la primera infancia. Estadísticamente, es también más común en mujeres que en hombres.

TRATAMIENTO


La fobia social suele presentar una buena respuesta a la terapia cognitivo-conductual (TCC), en sus variantes individual y grupal. Es fundamental que los mismos sean llevados a cabo por personal altamente entrenado.
En gran parte de los casos está indicado también el tratamiento psicofarmacológico, que suele lograr respuestas donde la TCC sola no lo logra, además de acortar los tiempos de evolución.


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