El frío puede resecar la fina piel de manos hasta el punto de provocar la aparición de pequeñas grietas y rojeces permanentes protégelas de las agresiones externas con una loción altamente nutritiva y reparadora que prepara calentando dos cucharadas de manteca de karité ala baño María cuando se haya diluido añade una cucharada más de aceite de argán o en su defecto de aceite de oliva y otra de la cicatrizante miel de lavanda enfrasca y utiliza esta loción natural como de una crema de manos se tratara.
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